Este horizonte limita lo terrenal de lo divino, lo viable de lo utópico, la realidad del sueño. No es una línea recta, fluye, para no ser constante.
Un Horizonte
Este horizonte limita lo terrenal de lo divino, lo viable de lo utópico, la realidad del sueño. No es una línea recta, fluye para no ser constante. La serie fue inspirada en mi viaje a Bali y Hawaii, lugares mágicos, llenos de buena energía. Me encontré con paisajes armónicos y en equilibrio, en donde se ven en tensión perfecta la tierra y el cielo. Una paleta cromática que sugiere descanso visual. Y llega un punto en el que te relajas, empiezas a estar en sintonía con la energía del lugar, te sumerges en la naturaleza. Esos lugares están vivos, se puede sentir como respiran. La técnica que utilicé favorece un recorrido visual fluido y sutil. Logrando una obra en donde los elementos que la conforman se hacen cargo en su totalidad de la composición. Respirar y sentirse uno con lo que se está observando. Un paisaje en equilibrio, un horizonte que genera paz, calma y serenidad.